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EJERCICIO FÍSICO, SALUD Y ENVEJECIMIENTO (Parte II ) por Pablo Mazón

EJERCICIO FÍSICO, SALUD Y ENVEJECIMIENTO (Parte II) por Pablo Mazón


Hola a todos.


Sabemos que los principales sistemas encargados del movimiento corporal, el sistema muscular y el sistema nervioso (también podemos hablar de sistema NEUROMUSCULAR), alcanzan la madurez en su desarrollo alrededor de los 30 años, y que la fuerza y el rendimiento que pueden desempeñar permanece bastante estable hasta que se acercan a la sexta década de vida, los 60. Algunos autores señalan que a partir de este período empieza a disminuir la fuerza máxima de manera gradual conforme pasa el tiempo hasta en un 30 o 40%.

Conforme pasan los años, las motoneuronas (neuronas encargadas del movimiento) encargadas de ejecutar las señales que sirven como “orden” para que las fibras musculares (sistema muscular) se contraigan y produzcan el movimiento, van reduciéndose en número y con ellas las conexiones que tienen con las fibras musculares. Es precisamente este hecho el que provoca que el propio cuerpo tenga que reorganizarse y redistribuir las conexiones de las motoneuronas sobre las fibras muscularles (esta unión también se conoce como sinapsis). Por ende, al haber menos motoneuronas disponibles para el mismo número (aproximadamente) de fibras muscular, estas han de abarcar un mayor número de fibras por cada motoneurona.

Una motoneurona que se ve obligada a abarcar un mayor número de fibras musculares tendrá una menor capacidad de hacer llegar una señal igual de intensa que si tuviese un menor número de fibras, por lo tanto, el músculo recibe un menor estímulo para realizar el movimiento. Debido a este descenso en la intensidad de la señal proporcionada por la motoneurona, las fibras musculares con mayor capacidad para ejercer fuerza ven disminuido su tamaño puesto que no reciben el suficiente estímulo.

Y…ahora

Quiero hablaros del tiempo, de cómo pasa cada segundo de nuestra vida. Si en algo podemos estar de acuerdo, es que sea como sea no hay vuelta atrás, al menos de momento.

El tiempo siempre pasa hacia delante y nosotros como especie humana lo acompañamos mientras dure nuestro camino. A la vez también estamos condicionados de manera intrínseca debido a su paso, y es nuestra máxima y mayor responsabilidad saber aprovecharlo lo mejor posible. Esto es, que no podemos volver atrás, pero si podemos ir despacio, disfrutando, pensando, mejorando y aportando algo al mundo, aunque sea para nosotros mismos.

Conforme pasan los años, una vez concluido ese periodo que conocemos como juventud, llegamos a la madurez. Es en este punto cuando el ser humano comienza a decaer en cuanto a actividad física se refiere. No todos envejecemos igual ni tampoco vemos nuestras funciones fisiológicas disminuir su rendimiento de la misma manera.

Precisamente es en estos días, hoy, ahora, que nos hemos dado cuenta de cuan necesaria puede ser la actividad física para las personas, y más concretamente para las personas mayores. El confinamiento ha mermado gran parte de nuestra actividad diaria y ello conlleva notables deterioros a nivel físico y mental debido a esta carencia de actividad de la que hablamos.

Las personas mayores, y no sólo me refiero a los ancianos (>70 años) sino también a cualquier adulto mayor de 50 años, son las más afectadas por esta carencia de ejercicio físico y el mayor desgaste que viene obviamente dado por el paso de los años.

Sean personas físicamente activas, practicantes asiduos del ejercicio físico, o incluso deportistas aún en la élite de su categoría, es fundamental el mantenimiento y/o la práctica regular de ejercicio físico aún en la situación de confinamiento. Con el paso de los años, la ciencia no ha demostrado que el ejercicio físico frene el envejecimiento, pero si que es capaz de mantener funciones fisiológicas al nivel óptimo dentro del abanico de las posibilidades de cada individuo; sobre todo si comparamos a las personas físicamente más activas con las menos activas.

Os espero con nueva información en mi siguiente Blog

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